Este año hay que reconocer que la tradicional celebración de la fiesta de carnaval se ha hecho desear, los elementos se habían propuesto que no pudiese llevarse a cabo, pero al final, tras varios aplazamientos, hemos podido realizarla, eso sí, sin dejar de mirar al cielo con la incertidumbre de una tormenta inminente sobre nuestras disfrazadas cabezas...
Bueno, pero está visto que cuando algo se desea con ganas al final se puede conseguir, y como más vale tarde que nunca... así logramos pasar un rato divertido con nuestros disfraces, nuestros bailes, con la quema de la sardina traída entre llantos por las plañideras de sexto y la recogida de la mini sardina por parte de los alumnos y alumnas de 5º como "herederos" de la responsabilidad de transportar la próxima sardina hasta su lecho el año que viene.
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